Era temprano cuando abría los ojos ese tres de julio, había cumplido mi primera semana en NY y me levantaba (como siempre) feliz, hoy sabía mi destino, lo había decidido la noche anterior, hoy tocaba día de playa para conocer Coney Island y su famoso parque de atracciones Luna Park que en tantas pelis había visto.
Aunque como he dicho, me levanté pronto a eso de las siete, entre preparar la bolsa para el día de playa, dar los buenos días y un poco de charla en casa, al final estaba saliendo a las diez de la mañana, era ideal eso de no llevar prisa para hacer nada.
Me debatí entre desayunar o no, pues el día se avecinaba calórico como descubriréis después y si me ahorraba las tropecientas calorías del Bagel pues casi que mejor. Así que sin más demora me encaminé al metro, tuve infinidad de suerte en mi viaje en todos los aspectos, pero una muy grande fue que mi casa estaba estratégicamente situada cercana a muchas líneas diferentes de metro y eso creédme en NY es una gran ventaja, así que cogí la que me llevaba directamente hasta Coney Island sin transbordos ni nada y en 30 min me planté allí.
Llegar a Coney Island es como transportarse a otro mundo, no diré que no tiene cierto tinte cutre,decadente y hasta un pelín hortera, pero que no me expliquéis porqué lo hace típico, curioso y fascinante.
Lo primero que te encuentras de frente, al salir del metro por la salida Surf Av.(el nombre prometía, jeje), es el archiconocido Nathan´s establecimiento de comida famoso por sus perritos calientes y sus patatas con bacon y queso de los que luego os hablaré, además allí mismo es donde cada 4 de Julio se celebra el concurso anual de comer perritos calientes, por lo que hay un enorme panel con un marcador de cuenta atrás donde se refleja los días, horas y minutos exactos que faltan hasta el próximo concurso y los dos records alcanzados en categoría femenina y masculina. Me entretuve mirando el local y el marcador y caí en la cuenta de que al día siguiente era 4 de julio y el marcador reflejaba que quedaban sólo 24 horas para el próximo concurso!!, empezaba a valorar el volver al día siguiente.
Seguí camino por una calle muy ancha que salía frente a mí y al fondo a la izquierda empezaba a ver el famoso parque de atracciones Luna Park, ainsssss que sensación!, al llegar a la playa me quedé boquiabierta, era enorme! A ambos lados de donde estaba se extendía un enorme paseo de tablas, el boardwalk como lo llaman, cuando digo enorme es así en serio y la playa igual, me pareció todo grandísimo. Por la zona donde desemboqué había puestos de comida, tiendas típicas de playa, etc. Ya véis en la fotos.
Decidí recorrer a pie todo el paseo para ubicarme en la zona y ver toda la playa y cuando al fin llegué al final, largo rato después, decidí quedarme en bikini y deshacer el camino al borde del mar con los pies en el agua. Que delicia el paseo de ida con mis cascos escuchando música, al sol, con la brisa del mar, observando el panorama y que delicia el de vuelta con las piernas en el agua al borde del mar. Qué sensación de bienestar y felicidad tuve.
En el paseo de vuelta vi como estaban preparando a socorristas, estaban dando charlas, entrenando, etc. Ni que decir tiene que cerca de ellos con los bañadores y flotadores rojos, estaba yo como viviendo un capítulo de vigilantes de la playa, jajajajaja.
Y así entre paseo y paseo cuando volví a mi punto de partida se me había hecho la una, así que como no había desayunado y allí ya empezaba casi a ser tarde para comer, me fui a Nathan´s pero no el de la salida del metro si no otro que había en el propio paseo y me pedí un perrito, unas patatas con queso y bacon (de 1000 kcal, si, si como lo oís, una burrada) y un refresco gigante y con mi botín busque un banco del paseo para degustarlo al sol.
¿Y qué deciros de las viandas?, pues que el perrito estaba muy bueno, pero las patatas no tanto, de hecho dejé más de la mitad, porque raro en mí, no me gustaron. Pero no se quedaron ahí porque me eché unas amigas que gustosas, por no decir ansiosas acabaron con ellas, un enorme grupo de gaviotas que al verme con comida se apostaron frente a mí en la arena, pidiéndome a gritos (no es broma), que compartiese con ellas mi comida, y que rato más divertido viendo como pugnaban por las patatas que le iba tirando, lo que más gracia me hizo es que había una la mar de avispada que se llevó gran parte del botín y le quedaron unas boceras de queso y bacon super graciosas.
Decidí volver a la orilla para sentarme allí un rato pero de pronto se nubló y empezó a chispear así que cambié de planes, me fui a los baños a vestirme. Los baños para ser en una playa y públicos, he de reconocer que estaban muy bien, había a la entrada unas duchas de pies superpotentes y dentro servicios y lavabos, así que me quité los restos de arena y me vestí, pero cuando salí había dejado de chispear por lo que como había disfrutado tanto el paseo de la mañana decidí repetirlo.
A la vuelta se había incrementado el número de gente, aunque he de decir que la cosa estaba tranquila. Cuando dije en casa que iba a ir allí a la playa me miraron raro (a lo que ya por cierto me estaba habituando cuando les contaba todo lo que quería hacer), para ellos y neoyorkinos en general es una playa “cutre”, pero creo que se refieren más al tipo de gente que la frecuenta o a que está en fines de semana super masificada. Pero que deciros, a mí una playa así y pensar que estaba en Ny me pareció fascinante.
Decidí dar una vuelta para curiosear por las tiendas y allí estuve viendo camisetas, sudaderas, artículos varios de playa, y una cosa que me llamó la atención, los toffes salados (caramelos blandos tipo toffe de sabores hechos con agua salada, típicos de allí), de los que había oído hablar en un capítulo de Friends y me quedé con la copla, y efectivamente allí estaban. Pero como mentalmente había decidido que volvería a esa playa durante mi viaje, decidí no comprar nada.
Entre unas cosas y otras había pasado casi media tarde y decidí que era hora de volver a casa, así que en 30 minutitos de nada estaba en el barrio. Cuando subí a casa encontré a Kyle que estaba solo pues Liana estaría 4 días fuera y me dijo que iba a cenar pronto porque debía hacer de canguro de unos amigos y que si le quería acompañar, me enseñaría un sitio genial de hambuerguesas, y yo pues encantada, me dí una ducha y baje a comprar unas cosas que necesitaba. No había reparado pero justo debajo del edificio donde vivía había una tienda de chinos! Sí, increíble verdad?, un pequeño paraíso con millones de cosas que no había visto nunca, de comida, bebida y todo tipo de productos, encontré lo que necesitaba y al volver a casa empezó a diluviar. Esperamos un poco para salir pero se hacía tarde para él y nos lanzamos a la calle paraguas en mano. Decidimos ir en bus, en lo que habíamos pensado fuese un paseo, debido a la lluvia , pero como eran sólo dos paradas llegamos rápido.
Y llegamos al Shake Shack un Burger sencillo con aire moderno, grande y absolutamente plagado de gente.
Mi elección una hamburguesa normal con patatas y limonada. En efecto la hamburguesa parecía normal, en incluso pequeña, lo cual no me importó porque no tenía demasiada hambre pero cuando probé esa delicia, entonces si que se me hizo pequeña.
Como os digo no podía ser más sencilla y sin artificios, lechuga, tomate, queso y la carne, pero que buena estaba, madre mía, como os digorealmente deliciosa. Evidentemente fue un sitio en el que repetí, pues no sólo hay ésta en Brooklyn, también los encontré en Manhattan.
Como os digo no podía ser más sencilla y sin artificios, lechuga, tomate, queso y la carne, pero que buena estaba, madre mía, como os digorealmente deliciosa. Evidentemente fue un sitio en el que repetí, pues no sólo hay ésta en Brooklyn, también los encontré en Manhattan.
Cuando cenamos volvimos a casa y él se marchó, tenía el apartamento para mi sola, así que como no era tarde, me subí a la azotea con una cerveza hecha en Brooklyn para observar las fascinantes vistas de Manhattan y respirar la brisa veraniega y el aire limpio tras la lluvia y planear mi 4 de julio, probablemente la noche siguiente estaría allí viendo unos de los fuegos artificiales más famosos del mundo.
Me terminé la cerveza y el cansancio del día me empezaba a vencer, así que me baje a casa, me metí en la cama y empecé a pensar en cómo sería mañana mi 4 de julio y en ello me dormí.
Me terminé la cerveza y el cansancio del día me empezaba a vencer, así que me baje a casa, me metí en la cama y empecé a pensar en cómo sería mañana mi 4 de julio y en ello me dormí.
A mi tambien me parecio todo enorme, y lo del parque de atracciones super curioso!!un besito
ResponderEliminarComo me gusta que me leas y te guste.
EliminarUn beso enorme guapa!!
Yo estuve en el verano de 2010 y al leer tus crónicas se me vienen a la cabeza un montón de recuerdos maravillosos!!!! Y eso que fui con alguna reticencia...
ResponderEliminarSeguro que volviste sin ninguna y encantada!! A mi me gusto muchísimo!!:)
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