sábado, 27 de diciembre de 2014

MIS CRÓNICAS DE NY: 6 DE JULIO LA ESTATUA DE LA LIBERTAD, LA ZONA CERO, CRUCEROS Y MÁS.

Hoy sí que sí, hoy estrenaba el NY pass, la tarjeta que había comprado y me abría las puertas de multitud de visitas y actividades en toda la ciudad. No había mucho tiempo de pararse relajadamente a desayunar como últimamente acostumbraba a hacer, así que compré un Smoothie de granada y frutos rojos y vaso en mano me fui hacia Battery park, que es el lugar desde donde salen los ferrys hacia la estatua de la libertad, el NY pass te da acceso al barco y a la visita de la isla con una audioguía. A las 8:30 ya estaba por allí, pero la zona es grande y debía buscar el punto de salida de la empresa concreta, cuando lo encontré la fila ya era enorme y sólo eran las 9 de la mañana, pero sorprendentemente avanzaba rapidísimo y en un abrir y cerrar de ojos estábamos surcando el espacio que nos separaba de la archiconocida estatua. Hacía un calor  asfixiante y un sol de justicia ya a esa hora, así que el día prometía, ¿se podía ir sudando ya a las 9 de la mañana?, pues sí, doy fe de que sí.





Desembarcamos en la isla y he de deciros que siento en quitar la razón a todos aquellos que dicen que con verla desde el ferry gratuito a Staten Island es suficiente, porque no, el comtemplarla de cerca en la propia isla no tiene absolutamente nada que ver, al menos para mí, así que os lo recomiendo. Tras darme la vuelta a la isla entera con la audioguía, empapándome un poco de historia americana y de la historia de la estatua y de la isla, me volví al ferry. Ni que decir tiene y creo que ya es la segunda vez que os lo digo que el viaje a la estatua de la libertad (o a Staten Island), es un continuo debatirte entre mirar la espléndida vista de Manhattan o la atrayente estatua de la libertad.
Volvía a Manhattan con la vista puesta en mi próxima visita que había decidido que fuese a la zona 0, donde está el museo homenaje al 11S y la zona memorial con las piscinas que han hecho donde se alojaba la base de las torres. De ambas cosas la entrada está incluida en el NY pass y me pillaban en el recorrido, además de que quería verlo sin ningún lugar a dudas.








El museo…bueno curioso, si se puede llamar curioso a algo que alberga restos de tan horrible atentado, hierros, cascos, ropa, fotos, recuerdos, etc. tampoco sería ahora una  visita obligada una vez después de haberlo visitado, en cambio la zona de las piscinas es bastante espectacular, me llamo bastante la atención los controles de seguridad para acceder a la zona. Contemplando las dimensiones de los huecos de las piscinas y la altura del nuevo One Trade Center, te sobrecoge pensar cómo debió ser esa fatídica fecha. Una curiosidad que llamó mi atención fue un árbol que sobrevivió a todo y está allí acotado para poder verlo, muy cerca de la base de las torres.
Bueno pues era entrada ya media mañana y yo me moría de calor y de deshidratación, así que cuando salí me fui a comprar una limonada y aviso a navegantes, nunca, pero nunca, bebáis algo granizado, con mucho hielo, o muy frío de un tirón por mucha sed o calor que tengáis, me puse malísima pero malísima, tanto que hasta me asuste, pensaba yo, madre mía que mala suerte me va a dar algo y a ver qué hago, sólo pensaba en mis anfitriones buscándome cuando no apareciese y a mi madre de los nervios, jaja, pensaréis que exagero pero de verdad que pasé un rato malísimo. Pero poco a poco me fui recuperando y consulte el planning que me había hecho para el día, ahora tocaba dirigirme a North Marina a un crucero en un barco de vela, también incluido en el NY pass. El recorrido por el paseo a orillas del Hudson es genial y yo no había oído hablar de North Marina y me encantó. Cuando ya localicé el muelle y el lugar exacto donde se cogía el barco, como no salía todavía, decidí irme a comer en un sitio que había visto un poco más atrás en el paseo con una pinta fantástica, mantelitos azules y blancos a cuadros, con aire marinero y una terraza ideal con vistas al río y a New Jersey.









Tenía que probar en mi viaje los huevos benedict, no me digáis porqué pero lo tenía en mi lista, así que cuando vi que los tenían en la carta no lo pensé, también allí probé mi primera NY cheesecake en NY, ambas cosas muy buenas, el servicio fantástico y la wi-fi de maravilla como era habitual. Me sentía genial en la preciosa terraza, tanto que apunté mentalmente volver a comer allí antes de irme.




Tras una ardua investigación, conseguí averiguar porque no estaba el barco en su lugar y cuando era la próxima salida, en la espera conocí a Andoni y María de Bilbao y entre los tres conseguimos entrar en el siguiente crucero, que lo había acaparado una agencia para un grupo y en principio no nos dejaban.





El crucero fue alucinante, rodeando Manhattan, con bebidas y un ambiente genial, además con la compañía de Andoni y María que fueron encantadores. Cuando terminamos, los acompañé andando al Century 21 y nos despedimos.
Yo tenía la intención de ir al Madame Tussaud, pero no funcionaba el metro para llegar a la zona de Times Square y me di cuenta de que estaba realmente cansada y achicharrada por el sol, ya que no hay factor de protección que resista aquello si no lo estás renovando cada 5 minutos, por lo que emprendí camino a casa, necesitaba sentarme darme una ducha y reposar un rato. Al llegar estaba Kyle esperando por si tenía que ejercer de canguro con el niño de unos vecinos, lo que me dio margen a descansar y ducharme, cuando rato después supo que finalmente no le necesitaban nos fuimos a conocer más partes de Brooklyn, hoy tocaba la zona de Park Slope, ni que decir tiene que me encantó también. Estuvimos cenando en un latino genial, llenísimo de gente  donde nos hicieron un hueco y pudimos sentarnos. Cené con cerveza Quilmes que es Argentina y me encanta porque me recuerda a la Peroni italiana que tantísimo me gusta. La cena estuvo fantástica y luego tomamos unos cócteles allí mismo. Hay una cosa que me gusta mucho de allí o de los sitios en general con horario más tempranero que España y es que sales a las siete o las ocho con lo cual a las 12 que es relativamente pronto ya llevas un montón de tiempo por ahí.


Volvimos a casa dando un paseo, Kyle tenía que madrugar porque Liana y la peque llegaban al JFK a las 5:30 y además yo que desde las siete de la mañana llevaba rodando por ahí 17 horas después, necesitaba descansar y reponer fuerzas para la siguiente jornada.
Al día siguiente se avecinaba un día con una ambiciosa programación como el de hoy para aprovechar el NY pass, y pensando en ello me dormí.

2 comentarios:

  1. Vaya susto que te darias, verte mal y sola, menos mal q quedo en un susto. No nos dejes tanto tiempo sin NY, jijiji un beso

    ResponderEliminar
  2. Hola guapa..me encanta leer tus historias en NY...BSSS

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...